Vaticano: Se cometieron injusticias

Recibido de Guillermo Riguera, corresponsal de Prensa Indígena, BBC
Mundo. Vaticano, 21 de Mayo.- El papa Benedicto XVI reconoció que se
cometieron injusticias durante la colonización de América. “Aunque no
pasamos por alto las diversas injusticias y sufrimientos que
acompañaron la colonización, el Evangelio ha expresado y continúa
expresando la identidad de los pueblos en esta región,” dijo.

Las críticas le llovieron encima al pontífice después de declarar,
durante su reciente visita a Brasil, que la Iglesia Católica no se
había impuesto a los pueblos autóctonos del continente. Y añadió que
los indígenas habían estado “anhelando en silencio” la conversión al
cristianismo cuando Portugal y España colonizaron sus tierras hace más
de 500 años.

»»No pide perdón.- Pero sus comentarios no suponen que haya pedido
perdón, tal como reclamaron algunos líderes indígenas, apoyados por el
presidente venezolano. Hugo Chávez. Chávez llegó a acusar al Papa de
ignorar el “holocausto” de la era colonial, mientras que los líderes
indígenas brasileños se declararon ofendidos por sus palabras. Millones
de personas murieron debido a guerras, enfermedades y esclavitud, a
raíz de la colonización -con el apoyo de la Iglesia- de lo que sería
América Latina.

»»Luego de sus polémicas declaraciones, el Papa reconoció el
sufrimiento indígena. Télam. Vaticano, 21 de Mayo.- Ante decenas de
miles de personas, Benedicto XVI consideró hoy que los colonizadores de
América provocaron injusticias a los pueblos originarios. Días atrás,
en su primera visita a Latinoamérica, había dicho que la llegada del
cristianismo al continente no había sido una “imposición de una cultura
extranjerra”.

El papa Benedicto XVI admitió hoy que durante la evangelización de
América latina hubo “injusticias”, “sufrimientos” e incluso “crímenes
injustificables”, días después de la controversia que generó en la
región su defensa de la actuación de la Iglesia en ese período.

Las expresiones del titular de la Iglesia Católica durante la audiencia
general en la Plaza de San Pedro del Vaticano, difundidas por la
agencia Ansa, se producen luego de fuertes reacciones del presidente de
Venezuela, Hugo Chávez; más cuidadosas de su par boliviano, Evo Morales
y de enojo de asociaciones indigenistas y parlamentarios.

Las expresiones del Papa no llegaron a formalizar un pedido de
disculpas a los pueblos evangelizados de América Latina, tal como lo
había reclamado Chávez, aunque sí un reconocimiento de los abusos y
errores de los evangelizadores. De todos modos, las palabras de
Benedicto XVI fueron interpretadas por varios medios, entre ellos la
brasileña Agencia Estado, como una respuesta a los reclamos del
mandatario venezolano.

El caso es que la oleada de protestas, en momentos en que se desarrolla
en Brasil la V Conferencia Episcopal de América Latina (Celam), se
escuchó también en Roma y el Pontífice, al repasar los puntos que trató
en su visita al subcontinente, retomó la línea del mea culpa ya
trazado, y en forma reiterada, por su antecesor Juan Pablo II.

“No es posible olvidar el sufrimiento y las injusticias infligidas por
los colonizadores a las poblaciones indígenas, a menudo pisoteadas en
sus derechos humanos fundamentales”, afirmó Benedicto XVI ante decenas
de miles de personas presentes en la Plaza de San Pedro. El Papa
entendió que “la obligatoria mención de tales crímenes injustificables
no debe impedir tomar nota con agradecimiento de la labor maravillosa
cumplida por la gracia divina entre aquellas poblaciones durante estos
siglos”.

El pasado 13 de mayo, durante la inauguración de la V Conferencia
General del Episcopado de Latinoamérica, en Brasil, el Papa expuso que
la cristianización de América no supuso una “imposición de una cultura
extranjera” ni una “alienación de las culturas precolombinas”. También
calificó de “retroceso” el intento de revivir religiones precolombinas,
especialmente andinas.

Los religiosos reunidos en la V Conferencia de la Celam, darán a
conocer el documento que tendrá entre sus puntos centrales un “llamado
a los cristianos a comprometerse en la construcción de una sociedad más
humana, más justa, más igualitaria y solidaria, en especial con los más
pobres y necesitados”. El Papa también lanzó una nueva embestida a la
Teología de la Liberación, al afirmar que la Iglesia latinoamericana
debe recuperar el estilo de “la primitiva comunidad cristiana” descrita
en los Hechos de los Apóstoles.

“Asidua en la catequesis, en la vida sacramental y en la caridad
activa” para presentar el Evangelio “sin reducciones ni confusiones,
vigilando sobre el depósito de la fe con discernimiento”, es la misión
cristiana. Tras el discurso papal en Aparecida, la respuesta más dura
estuvo a cargo de Chávez:

“¿Cómo va a decir Su Santidad, cuando aún están calientes los miles de
indígenas masacrados por los conquistadores, que cuando llego aquí
Europa con las carabelas y los barcos y los arcabuces vinieron a
evangelizar y no hubo ningún tipo de imposición?”. El mandatario añadió
que “aquí hubo un verdadero genocidio” y “ocurrió algo mucho más grave
que el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial.

Nadie puede negarnos esa verdad que todavía tiene que dolernos y nadie,
ni el Papa, puede venir a negarnos el holocausto origen de esa tierra”.
Las palabras de Chávez fueron respondidas por el secretario del Estado
Vaticano, cardenal Tarciso Bertone, quien afirmó que la Santa Sede
“está preocupada con el surgimiento de gobiernos autoritarios en
América Latina, como en Venezuela”.

Desde Venezuela, la postura de la Iglesia fue refrendada por el
presidente del Concilio Plenario, Ovidio Pérez Morales, quien dijo que
en su país se viven “involuciones de tipo marxista” y de “socialismo
colectivista”, y agregó que “en ese sentido Venezuela no puede menos
que generar preocupación”•