Los pueblos originarios de América, luego de mas de 500 años de lucha, continuamos en el camino por la recuperación de nuestra cultura, de nuestra identidad, de la reconstrucción de su verdadera historia, la que no se encuentra en los libros de texto, la que nos han hecho aprender desde la infancia.
La Comunidad Charrúa ATALA, de Tacuarembó, Uruguay , está luchando por recuperar y salvar sus tradiciones, sus saberes ancestrales y su concepción del mundo, por el relato de las abuelas y abuelos que los han transmitidos de labios de sus mayores sobrevivientes luego de cien o mas años de silencio, de miedo ….
Nuestros mayores nos enseñan que tenemos que capacitarnos, sin olvidar nuestras raíces. No podemos detener el tiempo, pero es muy importante que aprendamos a leer las señales que nos han dejado nuestros pueblos.
Las huellas que nos han dejado, invisibles para el occidental, volátiles como señales de humo que el viento dispersa a los cuatro vientos.
Tenemos que conocer nuestro pasado, cuando vivíamos felices, para construir nuestro futuro.
Luego comienza el Pachacutec, nuestro tiempo de alegría de reunirnos al recobrar nuestra memoria sagrada.
Con la memoria tomamos conciencia de nuestra verdadera historia.
Es nuestro sentimiento. Somos Pueblos Originarios, somos ABYA YALA.
No nos mataron, somos la flecha lanzada al borde del abismo, la que no se detiene jamás.
Los Charrúas hemos sido reconocidos por el amor a la tierra, el respeto a los animales, a la naturaleza, por su valentía, por su bravura, por el valor de la palabra dada, por no rendirse jamás, también por su herencia sagrada y mileraria, …. por eso la razón del genocidio ….
No contaron con la memoria recuperada a través de las mujeres y los pocos hombres sobrevivientes a las matanzas que la salvaguardaron transmitiéndolas de madres a hijas – hijos, transmitiendo a veces tan solo los conocimientos, como protección sin decir el verdadero origen de los mismos para que no nos mataran de nuevo.
Los “conquistadores” querían tierras, suelos “limpios”, sin indios. Nos fueron acorralando hasta llegar al casi total exterminio de varones, pero dejaron algo que permitió el renacer …. las mujeres charrúas para ser usadas por los nuevos “hombres” conquistadores de estas tierras ….
Las mujeres fueron las que mantuvieron la memoria, la sangre charrúa, al ser las sobrevivientes del exterminio, las que siguieron pariendo para que la raza siguiera viva ….
Fueron portadoras de la llama que nunca pudieron apagar …. la historia viva protegida, custodiada ….
Los charrúas llevamos varios años en el proceso de reencuentro. Se está reconstruyendo nuestra historia, todavía afrontando miedos y luchando contra la verguenza impuesta a nuestro pueblo.
Miedo al castigo de los nuevos dueños.
Se prohibía hablar la lengua madre charrúa a punto que casi ha desaparecido, su idioma está en desuso y en recuperación.
Verguenza y miedo impuesto a sangre y castigo. Estamos recuperando la memoria gracias a la valentía de nuestros mayores por tradición oral.
Nuestra comunidad aún està dispersa y reencontràndose luego del genocidio sufrido.
Estamos reconocièndonos y reencontràndonos dìa a dìa e dentificándonos como descendientes de Pueblos Originarios, aunque eso amerite revivir el dolor. A nuestro pueblo se le arrancò su forma de vivir, de pensar amar ….
Estamos reconstruyendo nuestra historia como quién hace una colcha de retazos, un trocito, aquí, otro allà …. para descubrir reitero, la verdadera historia, no la oficial, la acomodaticia, la que contaron siempre los conquistadores.
Rescatamos la sabiduría de un pueblo muy digno, muy valiente, muy respetuoso de la madre naturaleza.
Los Charrúas para los conquistadores fueron siempre los rebeldes, los que jamàs se dejaron doblegar, aùn a costa de su vida. Siempre fuimos libres, cumplimos con la palabra dada, somos leales a nuestros hermanos.
Eramos un pueblo nòmade, sin abandonar nunca el territorio. Nos trasladabamos segùn el clima, los lugares mas aptos para la caza, la pesca preservando los sitios donde habitabamos.
Todos los pueblos originarios somos hermanos, todos tenemos nuestra historia, tenemos memoria, tenemos conciencia, …. amamos a la madre naturaleza, amor que nos ha sido transmitido por nuestros mayores, …. todos somos parte de nuestra querida, amada ABYA YALA.
Ahora nos estamos reencontrando con hermanos argentinos y brasileros orgullosos de nuestro origen Charrúa. Aportando cada uno los conocimientos que heredamos de nuestros mayores, sobre alimentación, medicina, etc.

…. un abrazo, hermanos …. marìa de Atala,Huebilú.