ABUELITA SATURNA …..

…. seguro diría llamarse Satuna, ….. vivía en el Valle Edén, pagos de
ensueños, paradisíaco, muy puro, mágico, donde se concentra la mayor
energía positiva de Abya Yala, donde se siente mucha paz interior, se
experimenta una sensación de felicidad y plenitud total inenarrable …..
donde nos encontramos en paz con nosotros mismos y con el entorno …. es
una sensación que no se puede explicar con palabras y doy fe de ello por
haberlo absorbido a través de mi alma , a través de mi piel …. es
inenarrable …. pagos de amor, …. ahí vivía Saturna, ….. y llegó el
amor desde occidente, lo llamaban Goyo ….
Cada tanto “bajaba” al Valle Edén donde ella paciente lo esperaba para
brindarse plena a el, y en ese valle de amor nacieron Emilia, Juana, y
Andrés.
A pesar de su origen occidental fue atrapado por la magia de nuestros
montes, de nuestros ríos, Vivía del monte, el lo proveía de todo ….
cazaba
zorrillos y comadrejas de los cuales vendía sus cueros, disfrutando siempre
de la magia de la naturaleza protegido por el espíritu de los abuelos
charrúas, que lo cuidaban desde una brisa, desde un aroma, desde lo
intangible …. era el hombre de una mujer charrúa, y fue aceptado como un
charrúa mas por los ancestros.
…. Goyo, corazón CHARRUA, ….
La Charrúa, …. taciturna, con una vida interior muy intensa, el
reservado…. , siempre viviendo en “campamentos” apartes, pero ambos
sabían
que en el Valle del Edén lo esperaba la india Charrúa, lo esperaba el amor
…. , vivían como querian, como aprendieron a hacerlo, sabiendo que sin
estar, estaban …. el uno para el otro por siempre jamás ….
Hoy Abuelita Saturna desde una estrella nos mira y nos protege, y apoya su
cabeza en ella para escuchar los pasos del Goyo que se acerca ….
Una de sus nietas, una MUJER MEDICINA, les escribió un poema, y adjunto
estrofas del mismo ….

Por los pagos de Tambores
y el hermoso Valle Edén
fue que nacieron sus amores.

Ella la india Saturna,
muy, pero muy taciturna.
El era un vasco francés,
pelo rubio, ojos celestes
aunque creerlo les cueste!
Su nombre era Tomás,
Tomás sin mas que llamar,

Ellos no estaban casados
se juntaban de a ratitos
para hacer el amorcito.
Del amor, de la india y el francés,
tan solo nacieron tres:
Emilia, Juana, y Andrés.
Ni se juntaron después
aún ya en su vejez,
pero Juana
los trajo, para morir en su casa
aún andando medio escasa!

¡Se habrán juntado en el cielo
porque seguro a estos dos
al final los casó Dios!
Mi cabello, mi nariz,
tan solo son un matiz
de esa mi abuela india.
Del francés me quedó poco
tal vez su gran corazón,
¡Tal vez esta inspiración!

Y siento mucho honor
cuando me llaman Saturna
me recuerdan a mi raza,
me recuerdan a mi abuela,
me recuerdan que en mi sangre,
¡hay un charrúa que vuela!

TUNA.