Perú: Pueblos no contactados en peligro
(Por Edmir Espinoza)

Recibido de Amílcar Castañeda, corresponsal de Prensa Indígena, La
República On Line,29 de Mayo.- El Perú guarda algunos de los últimos
refugios de poblaciones indígenas que se distanciaron de la sociedad
peruana para vivir libremente.Pero las nuevas exploraciones
petrolíferas avanzan en las reservas donde viven.

¿Y sus derechos? Dos pobladores de una comunidad amazónica que se
encuentra en contacto inicial(Foto1). Muchas veces son contactados por
la fuerza por madereros ilegales, como ocurrió con los chitonahuas,
quienes vivían antes de los años 90 en la reserva Murunahua. En mayo de
2006, el Congreso aprobó la ley 28736 para la protección de Pueblos
Indígenas u Originarios en situación de aislamiento o de contacto
inicial.

Y bien, Perupetro, empresa estatal que negocia y suscribe contratos
para la exploración y explotación de hidrocarburos en el país, inició
en enero un proceso de selección de empresas para la asignación de 18
lotes petroleros, que entraron en subasta.

La convocatoria hizo que organizaciones ambientalistas y civiles, ONGs
y entidades públicas advirtieran que la licitación de los lotes pondría
en riesgo la vida de pueblos indígenas en aislamiento voluntario, que
viven en la Amazonía y podrían ser vulnerados con el inicio de la
exploración en Reservas Territoriales protegidas por el Estado. La
polémica parte del hecho de que las coordenadas de ciertos lotes
ofrecidos por Perupetro serían de Reservas Territoriales.

Según un informe de la Defensoría del Pueblo, los lotes 132, 133, 138 y
139 se superponen a las Reservas Murunahua, Madre de Dios e Isconahua y
a las Propuestas de Reservas Territoriales -que se hallan en proceso de
formalización- Yaraví Tapiche, Yaraví Mirim y Kapanawa, con lo que en
breve comenzarían las exploraciones petroleras en zonas donde habitan
pueblos no contactados, lo que podría llevar a que gran parte de la
población de estos pueblos sea afectada de manera irreversible.

Estudios realizados por antropólogos peruanos y extranjeros señalan que
los no contactados carecen de inmunidad contra enfermedades de los
foráneos, debido a su aislamiento. Cualquier forma de contacto, por
breve que sea, puede ser mortal. Una simple gripe o una diarrea podrían
dar inicio a una epidemia que mataría a estos poblados. En los años
ochenta una exploración petrolera mató a la mitad del pueblo Nahua.

En 1996, luego de que un grupo de ‘murunahuas’ fue contactado por
primera vez, más de la mitad de ellos pereció. Perupetro desmiente que
exista superposición de lotes, a pesar de que el mapa de coordenadas
dice lo contrario.

Sostiene que respeta el ordenamiento legal vigente y, aunque el
Ministerio de Energía y Minas -del cual depende- ha manifestado su
compromiso en excluir de la subasta las áreas que se superponen a
reservas territoriales, el presidente del directorio de Perupetro,
Daniel Saba, parece hacer caso omiso a las recomendaciones. Mantiene la
idea de licitar los lotes petroleros si la ley se lo permite.

Según Carlos Alza Barco, defensor adjunto para los servicios públicos y
el medio ambiente, falta un reglamento de la Ley 28736 que permita que
las reservas gocen de la protección que el Estado debe darles.
“Perupetro hace mal en esperar las labores de exploración para recién
hacer las coordinaciones con el Instituto Nacional de Desarrollo de la
Selva Peruana (INDEPA) y conocer el efecto nocivo que podría traer la
actividad petrolera”, afirma.

»»Pueblos no contactados. Saba atizó la polémica sobre la licitación de
estos lotes. Primero cuestionó la existencia de pueblos indígenas en
aislamiento voluntario, al considerar absurdo decir que hay pueblos no
contactados “cuando nadie los ha visto. Entonces, ¿de qué no
contactados están hablando?”.

Ante esto, la ONG de protección de los derechos de los pueblos
indígenas, Survival, respondió que “sin duda, el señor Saba preferiría
que no hubiera indígenas no contactados en donde quiere explorar en
busca de petróleo”. También advirtió que “si Perupetro permite el
acceso a las compañías petroleras a zonas donde habitan no contactados,
es probable que destruyan por completo a los indígenas”.

Parece que Saba no se quedó tranquilo con las reacciones a sus primeras
afirmaciones y anunció -contrario a su posición inicial- la
contratación de una consultora que establezca contacto con indígenas en
aislamiento voluntario, lo que vulneraría los derechos de estos
pueblos. “No sabemos cuál es la posición de estos pueblos en
aislamiento, nadie les ha consultado y en este estudio vamos a conocer
qué opinan”, explicó Saba, de modo increíble.

A raíz de estas declaraciones, el 14 de mayo la Asociación Interétnica
de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), que representa a 1,350
comunidades de la amazonía, denunció a Daniel Saba, ante la Cuarta
Fiscalía Provincial de Prevención del Delito de Lima, por coacción,
abuso de autoridad y usurpación de funciones.

Jorge Payaba Cachique, coordinador nacional del programa de pueblos
indígenas en aislamiento voluntario del AIDESEP, señaló que si Saba
cumple lo dicho, quebrantaría el derecho de estos pueblos a permanecer
aislados, derecho que el Estado reconoce. Saba sostiene que la ola de
reclamos responde a intereses particulares. “Hay no contactados, por lo
tanto no puedes entrar. ¿Cuántos son? No sabemos porque son no
contactados”, dice Saba, con claro tono irónico.

Chitonahuas. Les llaman Juana (Foto2) y Javier (Foto3). Viven en la
cuenca del Yurúa, Ucayali. A inicios de mes la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) pidió al Perú protección para los últimos
pueblos indígenas no contactados que quedan en su territorio. A este
pedido se suma el informe 101 del la Defensoría del Pueblo, del 23 de
enero de 2006, que en su conclusión ocho refiere acerca de los pueblos
indígenas en situación de aislamiento voluntario y contacto inicial:

“La etapa de exploración [de hidrocarburos] es la que genera mayor
riesgo de contacto con los pueblos indígenas en situación de
aislamiento, debido a la alta movilidad de los equipos utilizados para
la sísmica que se introducen en los bosques”.

La República buscó a Daniel Saba para que responda por las denuncias
que se le imputan, pero el presidente de Perupetro estaría muy ocupado
para atender a los medios. Quien habló fue Ronald Egúsquiza, gerente de
promoción de la empresa estatal, quien aseguró que la acusación hecha
por AIDESEP “no es una denuncia penal sino una investigación
preliminar”, por lo que la empresa “prefiere esperar los resultados y
no tener contacto con la prensa”.

»»¿Responsabilidad social? César Sarasara es también un indígena, pero
a diferencia de los no contactados, el está bastante familiarizado con
el mundo occidental, sus organigramas y su vida política. Es, además,
presidente de la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú y
hace dos semanas viajó a Canadá, junto con Saba, para promocionar los
lotes petroleros en polémica.

Sarasara presentó una ponencia sobre la responsabilidad social que las
empresas petroleras deberán asumir para no afectar la amazonía ni la
existencia de los pueblos indígenas no contactados. Según él, las
actividades petrolíferas y la protección de los pueblos indígenas son
dos temas que pueden ir de la mano si hay diálogo. Los reclamos de
varias organizaciones se reducen a veces a intereses por conseguir
fondos, según Sarasara.

El caso es que estos pueblos corren peligro de desaparecer si no se
asegura su supervivencia. El Ministerio de Energía y Minas tendrá que
garantizar el respeto de los derechos que, por ley, les corresponde a
estos peruanos. No vaya a ser que, una vez más, los más vulnerables
paguen los platos rotos por la codicia de unos cuantos en nombre del
desarrollo.

»»Precisión:
Pedido. Unas 30 organizaciones indígenas amazónicas suscribieron el mes
pasado un comunicado en el que instan al Ministerio de Energía y Minas,
y a Perupetro, a excluir las Reservas Territoriales y las Áreas
Naturales Protegidas del proceso de oferta pública de los lotes en
subasta. Pero parece que Perupetro no lo ha tomado en cuenta•