Mundo: El trabajo infantil hipoteca la vida de 218 millones
(Por Lucía Carbajo)

Recibido de María Victoria Eraso, corresponsal de Prensa Indígena,
Canal Solidario, 15 de junio.- Tienen entre 5 y 16 años pero ya
realizan trabajos ilegales, degradantes y peligrosos, según denuncia
Save the Children, que ha lanzado una web para denunciar esta realidad
y reunir los apoyos necesarios para cambiarla.

Roshni es paquistaní y tiene diez años. Ella quería estudiar y ser
médico, pero no puede. Trabaja con sus hermanos de sol a sol en un
telar para saldar la deuda contraída por su padre con el patrón de la
fábrica. Por las noches, también hace bordados. Cobra algo menos de
0,40 euros por día trabajado, que destina al mantenimiento de su
familia.

Como ella, 218 millones de niñas y niños entre los cinco y los
dieciséis años trabajan en el mundo y de ellos, 126 millones lo hacen
en condiciones peligrosas, según indica el informe ‘Rompamos las
cadenas de la esclavitud infantil’ que Save The Children ha presentado
el 12 de junio con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
En él, la ONG internacional denuncia, además, que 8,5 millones de
menores son tratados como esclavos en “trabajos ilegales, degradantes y
peligrosos que destruyen su infancia”.

»»Las ocho peores formas de esclavitud infantil.- “La pobreza, la
globalización y la consiguiente demanda de mercancías y mano de obra
baratas han provocado una demanda sin precedentes de dóciles niños
trabajadores”, afirma el informe de Save The Children. Así, se aviva el
motor de la trata infantil, de la que 1,2 millones de menores son
víctimas y que mueve al año más de 23.000 millones de euros, según
cifra la organización.

La trata infantil es, junto a la explotación sexual con fines
comerciales, el trabajo infantil forzoso por endeudamiento, el
matrimonio infantil forzoso y el trabajo forzoso en las minas, una de
las ocho peores formas de esclavitud infantil que la ONG denuncia en el
informe. Además, 300.000 menores de 15 años son reclutados como
soldados mientras que 123 millones de niños y niñas realizan labores
agrícolas en condiciones degradantes y de forma obligada, tal y como
explica la organización.

Impulsar programas globales de reducción de la pobreza, facilitar el
acceso a la educación, aplicar la legislación internacional en la trata
infantil así como ilegalizar cualquier forma de matrimonio forzoso en
todos los países son algunas de las medidas que desde la ONG se
proponen para erradicar este fenómeno cuyas cifras, según apuntan, “van
en aumento”.

»»Exposición de realidades.- Save the Children explica que, además del
acceso a la educación y el derecho a una infancia propiamente dicha, la
explotación infantil roba la salud a los miles de niños y niñas que
trabajan en condiciones precarias de protección y seguridad.

Según se cita en el informe, en una mina de Perú, en donde los menores
se introducen por diminutos pasillos sustentados por débiles
construcciones de madera, los mineros padecen una contaminación de
mercurio ocho veces superior al límite nacional de seguridad. Asimismo,
el informe cita el caso de una fábrica de tabaco en el distrito de
Tangail (Bangladesh), los menores fabrican cigarrillos finos y fuertes
llamados ‘beedis’, cuyo olor producido en el picado de la hoja es
tóxico.

Save The Children ha recurrido a las nuevas tecnologías para denunciar
esta situación y ha presentado, también, una página web en la que,
además de celebrar la liberación de 50 niños hindúes obligados a
trabajar 15 horas al día, muestra la realidad en la que viven los niños
y niñas que se han visto en la obligación de trabajar para mantener a
sus familias.

Desde la mirada del fotógrafo de Bangladesh G.M.B. Akash, Save The
Children muestra en este nuevo espacio web la realidad de los miles de
niños y niñas explotados laboralmente en el país asiático, además de
proporcionar historias reales contadas en primera persona que denuncian
el endeudamiento forzoso, la esclavitud doméstica y el reclutamiento de
menores, entre otros.

»»Narraciones desde América Latina.- Rubén y Jorge, dos niños mineros
clandestinos de las minas de Potosí, en Bolivia, y Fabiano y Érica, dos
menores que cargan sacas en los mercados de Brasil, son los
protagonistas de los dos primeros capítulos de libro electrónico ‘A
cambio de mi niñez’, con el que la organización WorldVision describe
las duras condiciones en las que sobreviven los menores trabajadores en
13 países de América Latina y el Caribe.

En los capítulos de ‘A cambio de mi niñez’, que WorldVision colgará en
su página web, más de una docena de niños y niñas cuentan la difícil
realidad que les toca afrontar en las fábricas de dinamita y explosivos
en Guatemala, en las plantaciones de caña de azúcar en El Salvador o en
los basureros de las ciudades hondureñas•