Quiero que se revienten las arterias de mis brazos cansados y que el color de mi sangre escriba para ti, que sientas el dolor.
Quiero enterrar mis palabras en el papel para que te atraviesen, si es posible, el corazón.
Que sientas todo el desconsuelo que me lacera, que desgasta las miradas, las sonrisas y todo aquello que amo.

Quiero que el sin aliento te respire en el cuello para siempre.
Que te duelan las manos de tanto martillar tus mentiras contra el mundo, tus mentiras contra ti.
Quiero que mi dolor y el dolor se repitan mil veces en tu interior.
Quiero que la realidad te abofeteé y arranque esa careta de falsedad que cubre lo que tu llamas rostro.

Que no sigas jugando a vivir. Quiero que sufras por todos los que sufren.
Quiero que mis versos te pateen las entrañas. Que cada cosa que hagas pensando sólo en ti sea la peor maldición.
Quiero que te mires en el espejo y te escupas hasta quedar sin vida, que te desnudes de toda esa mierda que inventaste, que te inventaron. Avergüénzate de todas tus hipocresías, olvida tus estúpidos complejos.

Maldices al patrón y en tu casa eres un dictador, te duele el alma por los torturados y tus miradas de enojo desgarran cualquier corazón.
Además, no se puede hablar de revolución en tono tan ligero, si hablas mierda de los compañeros.
Si olvidas tu ideal y sólo descalificas en lo personal. Si tus intereses personales están siempre por encima de los demás.

¿De qué te sirve tu intelectualidad si menosprecias a los más humildes, a los de tu sangre?

Si cada cosa que aprendes, sólo la usas para sentirte superior, si cada libro que lees, no es más que para enrostrar la ignorancia de los demás, y nuevamente sentir, que según tú, eres el mejor.

¿De qué te sirve tu valentía con las armas si tratas a los demás de cobardes?.

Si contemplas a tu clase desde el monte de tu vanidad y nos observas como un dios arrogante.

¿De qué te sirve saber tanto y hablar más? Si te has vendido.

Donde quiera que estés tienes que ocultar mi nombre, te avergüenzas de tu origen.

¡Un traidor no tiene ni pueblo, ni patria, ni raza!. No hay infierno que aguante ese olor.

No quiero que hables más de mi grandeza sí es sólo para que aplaudan tu insignificancia.
Quiero que el silencio mejore lo que a veces no sabes decir.
Quiero que luches por mí, no solamente por figurar. Esto no es algo personal, es mucho más grande. Es universal.
Porque cuando exploten a los vecinos de otras galaxias, tú estarás allí para ellos, por ellos.

Perdona los errores leves, discúlpate de Lider auto-impuesto, de Caudillismos y personalismos baratos que no son más que el reflejo y espejo de egoísmos del otro lado.

Valen más tus brazos, tu rostro limpio, a mil medallas que te cubran el pecho
No importa como te llamen. No importa que no lo hagas perfecto. Dormirás tranquilo cada noche hasta el final de tus días.
Lo que importa es que hagas algo, eso dirá quien eres. Grande entre los anónimos. Un pequeño gigante que a pesar de no ser mas, da día a día todo lo que es, todo lo que puede.

Porque si luchas por mí, sin importar el que dirán, siendo ejemplo de humildad, tu nombre lo repetirán las flores de una patria libre, los niños llevarán tu nombre sobre la frente, los pájaros cantaran tu risa, los árboles acunaran tu historia.

Por eso quiero que la primera revolución sea en ti, que me hagas parte de ella.

Quiero que se revienten las arterias de mis brazos cansados y que el color de mi sangre escriba para ti, que sientas el dolor.

Quiero que te quemen mis escritos las manos amargas que sólo piden aplausos, saludos y alafías.
Que mis palabras se aniden en tu cerebro hasta la muerte.
Quiero que entiendas que ningún cambio es verdadero, si sólo es a nuestro alrededor, mi hermana la historia puede explicártelo por mí.

Quieres cambiar esta sociedad injusta, sé que no es fácil.
Es querer contar las gotas de lluvia en invierno.
Quieres cambiar a aquellos que tu mirada alcanza, tampoco es fácil.
Es querer abrazar las nubes una tarde fría.
Quieres cambiar en tu interior. Eso no es nada fácil, es querer sentir el viento que desordena tu pelo.
Si sientes eso, quizás será más fácil contar las gotas o abrazar las nubes.

Quiero que entiendas que tú eres el protagonista más importante, que aún te están esperando los que no han nacido, que los que nacieron, de vez en cuando lloran por ti en alguna esquina olvidada.
Quiero abrir los ojos y ver que das tu mejor esfuerzo, el camino no es muy largo, sólo tienes que embellecer lo que tú eres. Ahora. No mañana. Ahora.
Sólo una vida se te ha dado, no la desperdicies.
Soy tu pueblo, que te habla riguroso, pero con infinito amor.

Quiero que escarbes en esas durezas que te cubren el alma, la conciencia o lo que sea, y que te descubras. Lo que hay dentro de ti mueve el mundo, el sol y las estrellas.

Pero sólo si hay amor, verdadero amor.
Porque tarde o temprano la pasión desaparece y con ella todo un carnaval de espejismos y vanas esperanzas.

No existe la ideología mejor, sino es cimentada en el verdadero amor.

Soy tu pueblo no puedes olvidarme…

Tu primera maldición será no poder ocultar lo que has leído, estaré recordándotelo, escondido bajo tu almohada, en tu cama o en la tumba.
Escucharas mi voz quejumbrosa bajar por los andamios de tu calle.
Veras mis ojos detrás de los ojos de un niño que vende flores para vivir.
Sentirás golpes en tu puerta, y me verás pidiéndote azúcar para endulzar el hambre amarga.
Mirarás a tu alrededor y me verás llamándote.

No existe la ideología mejor, sino es cimentada en el verdadero amor.

Soy tu pueblo… No puedes olvidarme.

” QUIERO” x A n d r é s B i a n q u e