25/05/2007
Ecuador:
ABI
Identidad y Cultura -Organizaciones Indigenas
Ecuador: Indígenas de Abya Yala defienden espiritualidad ancestral de los pueblos originarios
Presidente de ECUARUNARI, dijo que los representantes de la Iglesia que acompañaron a los conquistadores traicionaron la palabra de Cristo.
Indígenas de Abya Yala en un ritual ancestral andino. Foto: Félix Mayta. Los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del continente de Abya Yala rechazaron en Ecuador las declaraciones emitidas por el Papa Benedicto XVI respecto de la espiritualidad ancestral de los pueblos originarios de América.

Esa posición fue expresada por Humberto Cholango, presidente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichua del Ecuador, quien aseguró que es hora que las autoridades eclesiásticas entiendan “que nuestro continente tiene el derecho de ejercer su libre determinación. Ya no es la hora de nuevas y renovadas conquistas en nombre de nada”.

Cholango aseguró que la historia de invasión a Abya Yala, es una historia de violencia y conculcación de los más elementales derechos humanos de los habitantes ancestrales de esta región

”Seguramente el Papa desconoce que los representantes de la Iglesia Católica de ese tiempo, con honrosas excepciones, fueron cómplices, encubridores y beneficiarios de uno de los genocidios más horrorosos que la humanidad haya podido presenciar”, aseguró Cholango.

Dijo que millones de personas fueron aniquiladas en las minas, mitas y obrajes y citó el ejemplo de Cuba, donde, según el dirigente indígena, “para sustituir a los muertos trajeron a los pueblos negros que sufrieron también desgraciada suerte”.

”Todo lo hicieron bajo el presupuesto filosófico y teológico que nuestros ancestros ‘no tenían alma’”, agregó Cholango.

Indicó que el genocidio contó con la bendición de los representantes de la Iglesia colonial. “Siempre estaba un sacerdote u obispo para adoctrinar al condenado o condenada a muerte, para que se bautice antes de morir, y por supuesto a que renuncie a sus concepciones filosóficas y teológicas”, dijo.

Por ello, recordó la muerte de Atahuallpa en el Perú, del cacique Hatuey en la isla de Cuba, y de Calicuchimae, en Ecuador, quienes prefirieron morir con sus convicciones antes de renunciar a ellos ante la proximidad de su ejecución.

”Habría que preguntar al Papa si Cristo, a quien dice representar, estaría de acuerdo con estos crímenes de lesa humanidad, además debemos recordar al Sumo Pontífice y al Gobierno español que este tipo de crímenes no prescriben ni en las leyes terrenales, ni en las leyes divina”, aseguró Cholango.

El dirigente indígena señaló que, en ese contexto, las iglesias cristianas y la católica, en particular, “tienen una inmensa deuda con Cristo, con los pobres del mundo, y con los pueblos y nacionalidades Indígenas que hemos resistido a semejante barbarie”.

”Si bien el Estado Español y el Vaticano no pueden resarcir las consecuencias del monstruoso genocidio, el Jefe de la Iglesia Católica debería al menos reconocer el error cometido, como lo hiciera su antecesor Juan Pablo II en relación con el holocausto nazi, y aprender de Jesús que siendo Cristo para dar su mensaje se encarnó en la cultura del pueblo hebreo con respeto, y fue coherente puesto que predicó el mensaje con su ejemplo asumiendo todas las consecuencias de ello”, señaló.

Indicó que los representantes de la Iglesia que acompañaron a los conquistadores traicionaron la palabra de Cristo y la profanaron. “¿Cómo podían ser representantes de aquel que nació en un pesebre, de padres obreros, rodeado de campesinos y perseguido a muerte desde su nacimiento por los jerarcas que ostentaban el poder político, económico y religioso de ese tiempo?”, preguntó el dirigente indígena.

No obstante, aclaró que es de justicia destacar que entre los sacerdotes que llegaron a América durante la colonia, hubo religiosos “que ante tanta barbarie se pusieron del lado de los que llamaron ‘indios’, como es el caso de Bartolomé de las Casas y otros sacerdotes dominicos que ejercieron la defensa de los derechos de nuestros antepasados vilmente ultrajados”.

En ese contexto, Cholango exhortó a los representantes de Cristo, pertenecientes a cualquier iglesia cristiana, a respetar y venerar la vida como lo hizo Jesús.

”Tienen el deber ético y moral de condenar toda injusticia y consecuentemente deben entregar el mensaje de Jesús estando al servicio de los pobres y no del lado de los opresores, y si quieren realizar una verdadera evangelización a los pueblos y nacionalidades indígenas deben entregar el auténtico mensaje del Cristo sin pretender destruir nuestras culturas”, aseguró.

”No se puede predicar el mensaje de Jesús el Cristo desde la opulencia, desde el lado de los que profanan la vida creada por Dios, desde el lado de los mayores destructores de la vida planetaria”, agregó.

Por ello, Cholango rechazó, lo que denominó coincidencias políticas entre el papa Benedicto XVI y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, “para criminalizar las luchas de los pueblos oprimidos”.

”Nosotros aceptamos el mensaje de esperanza, de amor y liberación de Jesús, el Cristo. Sabemos que él dijo que ha venido para que tengamos vida y vida abundante todos, lo que no aceptamos es que en nombre de la religión que sea, vuelvan a pretender bendecir nuestra muerte, la de nuestros hijos y de millones de pobres del mundo”, dijo Cholango.

Según el dirigente indígena, el Pontífice aseguró que “la utopía de volver a dar vida a las religiones precolombinas, separándolas de Cristo y de la Iglesia universal, no sería un progreso, sino un retroceso” para los “pueblos originarios” que han logrado “una síntesis entre sus culturas y la fe cristiana que los misioneros les ofrecían”.

Sobre estas expresiones, Cholango dijo que “para nosotros la vida de Jesús es una Gran Luz proveniente del Inti Yaya (luz paternal y maternal que sostiene todo), que ha venido a desterrar todo aquello que no nos deja vivir con justicia y fraternidad entre los seres humanos y en armonía con la madre naturaleza”.

“Nosotros respetamos a sus auténticos seguidores. La vida nos ha enseñado que al ‘árbol se lo conoce por sus frutos’, como dijo el Cristo, y sabemos distinguir quién le sirve en los pobres y quien se sirve de ellos”, agregó.