Día Mundial de la Tierra: Tiempo de proteger nuestros ecosistemas naturales

Cada 22 de abril en todo el mundo se celebra el Día Mundial de la Tierra. Esta fecha se instauró en Estados Unidos en 1970, teniendo como objetivos recordar los problemas que afectan a nuestro Planeta Tierra y subrayar la necesidad de la conservación de los recursos naturales y así promover acciones que busquen un Desarrollo Sostenible.

Después de una gran presión social, el gobierno de los Estados Unidos creó en esta fecha la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) y promulgó una serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente.

En este Día de la Tierra queremos destacar una de nuestras más importantes riquezas biológicas: las pasturas. La importancia de esta riqueza ha sido recientemente reconocida por el Poder Ejecutivo y los Ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca y de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente al decretar la moratoria de ingreso de nuevos cultivos transgénicos en el mes de enero de este año al decir que: “El análisis de los eventuales efectos sobre el ambiente , fundamentalmente sobre la biodiversidad, teniendo en cuenta que muchos países de la región son megadiversos, o como es el caso de Uruguay tienen, en su pastura natural, una riqueza biológica única en el mundo”.

En este marco hacemos notar la destrucción que se está haciendo de esta riqueza única. Por un lado, con la plantación de unas 800.000 hectáreas de monocultivos forestales y otras tantas miles que se planifica forestar. Por otro lado, con las 400.000 hectáreas de cultivos de soja transgénica y otras tantas miles que se piensan destinar al nuevo negocio de los agrocombustibles.

Los efectos de estos monocultivos están comprobados: uso masivo de agrotóxicos que resultan en la contaminación de aguas y suelo, peces muertos, desaparición de anfibios, mortandad de mulitas, pozos de agua secos, y pérdida de pasturas que tal vez nunca más se vuelvan a recuperar. Estos son algunos de los tantos efectos adversos causados por este modelo de producción, que resulta en la destrucción y contaminación ambiental y en la desaparición de ecosistemas naturales valiosísimos, entre los que se encuentran las pasturas.

El Día Mundial de la Tierra es una buena oportunidad para tomar conciencia en torno a los impactos de este modelo de producción y para comprometernos todos –ciudadanos y autoridades- a cambiar de rumbo. Celebrar el Día Mundial de la Tierra solo puede tener sentido si va acompañado de medidas concretas a ser aplicadas durante todos los días del año para revertir ese proceso de destrucción. La Tierra es nuestro hogar y el de todos los seres vivos, tanto presentes como futuros. Es tiempo de pensar y actuar.

22 de abril 2007

RAP-AL Uruguay