Terrícolas, habitantes de la Tierra

Solo aquí / diez mil manos siembran / y hacen andar las fábricas». (Fragmento del último poema de Víctor Jara, en el Estadio Chile)

En nuestro universo se conoce al menos un planeta cubierto por una fina capa de tierra, que con el apoyo de otro cuerpo celeste, el sol, es capaz de producir vegetales. Los vegetales comparten el planeta en cuestión con otros seres vivos, los animales, a los que llamaré terrícolas, ya que al planeta en cuestión se le conoce como Tierra. Entre terrícolas y vegetales, y entre unos terrícolas y otros, se establecen diferentes relaciones. Algunos terrícolas se alimentan de los vegetales que brotan en esa fina capa de tierra (herbívoros). Otros, exclusivamente de otros terrícolas (carnívoros). Algunos pueden elegir alimentarse tanto de vegetales como de paisanos terrícolas (omnívoros, como los bípedos humanos). Y nos queda el grupo de terrícolas que bien teniendo los estómagos aptos para alimentarse de la dos formas posibles, difícilmente tienen acceso a ninguna de las dos. Pasan hambre y sufren la pobreza. Como explica el director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), «lejos de disminuir, la cifra de personas que pasan hambre en el mundo está aumentando, a un ritmo de cuatro millones al año».

Los terrícolas bípedos humanos también se diferencian del resto de terrícolas «en tener el telencéfalo altamente desarrollado y el pulgar oponible», como explica el documental ‘La Isla de las Flores’. Gracias a esas dos características algunos terrícolas humanos se dedican a tratar con esa fina capa de tierra para cultivar los vegetales. Pero los bajos precios que reciben por su trabajo y el control de las grandes corporaciones sobre el sector agrícola y ganadero, llevan a este grupo de terrícolas humanos, también llamados campesinos y campesinas, a ser paradójicamente el mayor colectivo del grupo de los terrícolas, que teniendo el estómago apto para alimentarse de las dos formas posibles, no pueden satisfacer el derecho humano básico de la alimentación.

Recientemente 500 delegados de organizaciones campesinas de todo el mundo se han reunido en Mali para diseñar estrategias de nuevos sistemas alimentarios a nivel global y local que se apoyen en el pequeño agricultor en lugar de en las compañías multinacionales. Se han reunido para romper con las relaciones de abuso y supremacía entre algunos pocos terrícolas humanos y muchos otros terrícolas humanos, habitantes de la Tierra que con sus manos siembran los alimentos de todos. En una fina capa de tierra.

Fuente: El Correo Vasco