Catalina es una abuelita Charrúa de ciento un años, muy bien llevados por cierto.

Mirando los árboles, los campos donde nuestros hermanos vivieron libremente, mirando correr el agua cantarina del Jabonería que nos habla …. las grutas sagradas, canta su corazón ya centenario.
El sol va naciendo nuevamente y escuchamos los trinos de los pájaros …. las torcazas, los cardenales, las calandrias, el vigilante teru tero, ….. con los ojos inmóviles recuerda extasiada:
Recuerda los partos de sus hijos, todos fueran en “casa”, de rodillas en la madre tierra, sobre unas mantas dobladas …. siempre estaba con ella “la partera”, “doña Froilana”, ella y otra mujer, una vecina casi siempre, la hacían levantar los brazos, se los sostenían en alto para que se apoyara en ellas e hiciera fuerzas y se ayudara, movían sus brazos en círculos y al hacerlo se movía todo su cuerpo ayudándola a parir.
El primer hijo lo tuvo un poco antes de los treinta años. Se llama Ramón, tiene 77 años. Cuenta que un día comenzó con los “dolores” y que pasó por casualidad doña Froilana que iba a atender otro parto y la examinó y le dijo que no se preocupara, …. que demoraba, …. lo menos tres días mas ….
Se acostó. Como no paraba el dolor, cada vez era mas fuerte, el niño apuraba, empujaba, empujaba, mas y mas, ella manda a buscar a doña Froilana la partera por una vecina …. y nació Ramón, su primer hijo …. sin la mirada de su esposo que se encontraba muy asustado, le impresionaba el parto ….
Luego viene Margarita, fue un parto difícil. Nació de seis meses y estaba “sentada” en la panza de su madre.
Catalina se encontraba un poco débil, mal alimentada, no comía muy bien, trabajaba mucho en una estancia que quedaba a cinco kilómetros de su casa. Era lavandera. Iba a lavar al arroyo, luego llevaba la ropa a su casa y la planchaba con almidón y planchón.
En esos dias el esposo se habìa ido de su casa y estaba sola con su hijo Ramón y embarazada ….
La niña era muy chiquita y no tenía fuerzas para nacer y sufrió los dolores de parto dos días. Ese parto fue en la cama por sugerencia de la partera doña Froilana. Le indicó que se acostara boca arriba, se subió en la cama y de espaldas a Catalina empujó con todas las fuerzas el vientre con las manos haciendo fuerzas también con las rodillas. La bebé finalmente se dió vueltas y nació sin fuerzas, pobrecita, medio ahogada, pero viva, …. cuenta Catalina que Margarita no tenía fuerzas para alimentarse en el pecho materno, le daban la leche en la boca con cucharita ….
…. vuelve su hombre ….. se embaraza nuevamente …. ahora es Beto, complicado porque dice Froilana que “estaba en las caderas”, …. rompió bolsa, pasó tres días en trabajo de parto con fuertes dolores y no nacía el niño.
La partera Doña Froilana hizo que se arrodillara en la madre tierra, como siempre, …. sobre mantas, levantó los brazos, la tomaron fuertemente de ellos y con la rodilla Froilana le da un fuerte golpe en las caderas. Dice Catalina que sintió como si se despegara justamente de ellas el hijito, y nació Beto ….
Ahora queda embarazada de Flor, cuando tenía seis meses de embarazo se va nuevamente su marido de su casa. Le dice que iba a vender los productos de cuero que hacía, y ya no volvió …. Catalina tenía cuarenta años, se encontraba muy débil, muy mal alimentada, le exigían mucho en su trabajo, sufría por no tener a su marido …. pero el parto fue muy feliz, de rodillas en la tierra, en su casa, sobre mantas y con Froilana ….

….. y ahora abuelita Catalina le cuenta esto a una nieta, Anita Carina, hija de Flor, embarazada “que cuando no tenga fuerzas, meta los dedos en su boca, como para producir arcadas y así viene la fuerza que ayuda a la salida del bebé, de la bebé, porque es una niñita, muy soñada, muy deseada que llegó en setiembre, que tiene por nombre Brenda, y de nombre charrúa Bilú, que quiere decir bella !!!!
… el círculo sagrado sigue girando, mis hermanos …. por ATALA!!! de la NACION CHARRUA !!!!

Huebilú.